8/7/2024
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Fútbol

Los factores verdaderos que hacen a los países potencias en futbol

Por Martín del Palacio

Cada vez que Uruguay o Croacia tienen buenas actuaciones en torneos internacionales se lee en redes sociales: “¿Cómo puede ser que ellos, con una población tan escasa, puedan tener el éxito que nosotros no tenemos con 150 millones de habitantes?”. Y en principio suena lógico, mientras más tengas de donde elegir, más fácil es encontrar cracks, ¿no?

Pues los datos señalan que no. La realidad es que tener una población grande no aumenta las posibilidades de tener grandes jugadores en el alto rendimiento. Enlistemos a los 15 países más poblados del mundo: India, China, EU, Indonesia, Pakistán, Nigeria, Brasil, Bangladesh, Rusia, México, Etiopía, Japón, Filipinas, Egipto y Congo. De entre ellos, solo los sudamericanos han llegado a una semifinal del Mundial. Del resto, México, Nigeria, Rusia, EU y Egipto han tenido éxito relativo, pero hasta ahí.

Obviamente, se necesita tener una población de algunos millones de habitantes, pero es eso, literalmente algunos. Veamos la lista de los equipos que han llegado a cuartos de final de los últimos tres Mundiales, con el número de millones de habitantes entre paréntesis. Alemania (84), Brasil (205), Colombia (53), Francia (66), Holanda (18), Costa Rica (5), Argentina (47), Bélgica (12), Uruguay (3), Rusia (146), Croacia (4), Suecia (10), Marruecos (37), Inglaterra (57) y Portugal (11).

Como se podrán dar cuenta, los únicos países que coinciden en ambas listas son Brasil –obvio– y Rusia, que llegó ahí en circunstancias muy especiales y difícilmente repetibles. El resto, nada que ver. El más poblado es Alemania con 84 millones, y el menos es Uruguay con 3 millones. El promedio de todos ellos es 50.4, pero realmente no quiere decir nada. Con tener una población de más de 3 millones de habitantes parece bastar para tener una selección suficientemente fuerte.

Ahora que ya sabemos que la población no influye en el éxito en la alta competición, vale la pena preguntarse qué sí influye. La realidad es que no es una ciencia exacta. Es más bien una confluencia de factores de los cuales los países deben sumar la mayor cantidad posible para poder convertirse en equipos importantes en el fútbol mundial.

Empecemos por lo obvio, el dinero. Mientras más rico es un país, más posibilidades tiene de tener deporte de alto rendimiento, porque las necesidades de sus habitantes estarán cubiertas. De la lista anterior, 9 de 16 países son europeos, y hay dos notables ausencias, pero que podemos coincidir que lo son por circunstancia, España e Italia. Los dos son campeones del mundo y los dos han sido campeones de Europa en tiempos recientes. Y podemos sumar a uno más, Marruecos, cuya mayoría del plantel nació en Europa, pero juega con su selección por el origen de sus antepasados.

Si vemos la lista de los países más ricos en cuanto a PIB per cápita, también encontramos pistas. 11 de los 18 países citados están en el top 50, incluido Uruguay, con Croacia en el 51 y Costa Rica –cuya inclusión en la lista en general es un accidente– en el 58. Las excepciones notables son Brasil (78), Colombia (93) y Argentina (70), más Marruecos (125) cuya particularidad ya expliqué en el párrafo anterior.

Vayamos a la parte más controvertida. La genética. De los países citados, ninguno está por debajo del 1.74 de promedio de estatura masculina, lo que tampoco es algo remarcable, porque significa estar dentro de los 100 países más altos. Para México, sin embargo, el promedio es 1.70. Y después está el tema de la raza.

Algo que me ha llamado mucho la atención es la sobrerrepresentación de jugadores de raza negra en las selecciones de la Euro y Copa América en comparación con el porcentaje de la población en general. Ahí les van algunos ejemplos. En Francia, se estima que el 5% de la población es de raza negra, pero 73% de los jugadores de su selección lo son. En Alemania, se estima que no llega al 2%, pero en su selección es 19%. En Holanda el porcentaje de la población general es 4%, pero en la selección es 54%. En Inglaterra, 6% de la población contra 54% de la selección.

Y eso no solo se limita a Europa. En Brasil la población de raza negra o mulata es de 55%, pero en la selección el porcentaje es 69%. En Colombia las estimaciones varían, pero están entre 6 y 15% de la población general. En la selección, sin embargo, es 61%. En Panamá, la cantidad en la población general es 24%, en la selección, 96% –25 de 26 jugadores–. Es evidente que, en una época donde el físico cada vez resulta más importante, tener una población que esté por encima de un umbral de estatura y contar con jugadores de raza negra da ventajas competitivas.

Y después hay una más, que es importante en mi opinión, pero difícil de cuantificar. La cultura deportiva. Cualquiera que haya ido a Argentina, Brasil, Croacia o Uruguay entiende que la pasión con la que viven esos países el fútbol es muy distinta que en el resto del mundo –y sin duda, que México–. En otros países europeos existe también una costumbre mucho más arraigada de practicar deportes en general, por ello Inglaterra, Francia, Alemania, España e incluso Holanda son potencia en muchos más deportes, más allá del fútbol. Sumémosle la corrupción (11 países de los 18 están en el top 60 de países con menor percepción de corrupción en el mundo) y la obesidad (15 de los 18 países están FUERA del top 50 de obesidad), y nos empezamos a hacer una idea de lo que hace falta para tener éxito en el fútbol.

Hay un tema más. Está comprobado que el entorno correcto ayuda a elevar el nivel de la actividad humana a lo largo de la historia, y el fútbol no es la excepción. Estar uno al lado del otro, sin duda ha ayudado a argentinos, uruguayos y brasileños a desarrollarse. Lo mismo la cercanía entre Inglaterra, España, Francia, Italia y Alemania. La competencia constante y el compartir conocimiento sin duda ha sido provechoso para que esos países se mantengan como potencias a lo largo del tiempo. La última y más evidente es una que se ha analizado hasta el cansancio, que es la cantidad de jugadores en ligas top europeas. De la lista mencionada, solo Costa Rica y Rusia no tenían a la mayor parte de su plantel en las 5 mejores ligas de Europa en el momento que llegaron a los cuartos de final del Mundial. El resto, todos tenían a por lo menos a 12 de 23 futbolistas.

Ahí tienen los factores. Obviamente, los países no tienen que tenerlos todos, con una combinación de ellos basta. Puedes no tener jugadores de raza negra, pero si tienes un PIB per cápita alto y una gran cultura deportiva, alcanza. Puedes estar arriba en obesidad, pero si la mayor parte de tus jugadores están en Europa te puede bastar. Y luego, claro, puedes tener a Messi, pero eso se sale de cualquier métrica.

¿Cómo está México en comparación? En cuanto a PIB per cápita somos el lugar 63, en estatura, el 148, tuvimos a un jugador de raza negra en nuestros 26 en Copa América, nuestra cultura deportiva no es particularmente grande, nos gusta, pero no practicamos y destacamos en un puñado de disciplinas, nada más. En corrupción estamos en el 126 y en obesidad en el 34. Nuestros vecinos son iguales o peores que nosotros. Literalmente, no tenemos NINGUNO de los factores que hacen a los países potencia en el fútbol.

Se puede concluir, en realidad, que México había tenido resultados POR ENCIMA de lo esperado en el periodo entre 1994 y 2018; en mi opinión, por la enorme inversión que se hace al fútbol en el país y el evidente interés de los aficionados a los que les gusta ver el juego. Lamentablemente, la realidad nos alcanzó ya, y la tendencia no es positiva, por más que sigamos teniendo y teniendo hijos y subiendo en el ranking de población, que no sirve para nada, por más que estemos en el top 10.

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