13/10/2024
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¡México decepciona al empatar con el equipo alternativo de uno de los clubes menos destacados de España!

Por: Kery Ruiz

Esta frase, o algo similar, será lo que veremos en los medios mexicanos. Algunos llegarán al extremo de pedir la destitución inmediata de Javier Aguirre.

Existen varias razones por las cuales este será el enfoque en el futuro cercano, pero puedo adelantar que se debe principalmente a razones comerciales y a no comprender que hoy en día el aficionado consume el fútbol de manera diferente. Antes de entrar en detalles, dejemos algo claro: el resultado contra el Valencia es negativo. En teoría, una selección nacional debería ser superior a un club que está peleando el descenso en España, especialmente cuando este no juega con sus estrellas principales.¿Es motivo para alarmarse? No del todo.

El encuentro entre México y Valencia era un partido de preparación, y precisamente eso está haciendo Javier Aguirre: preparar a su equipo.Es importante recordar algo fundamental: nada se consigue sin trabajo. Mientras en la televisión vemos a comentaristas gritando en las mesas y exigiendo que despidan a Aguirre y traigan a alguien más, muchos olvidan que hemos tenido cuatro entrenadores en dos años. Ninguno ha tenido tiempo suficiente para trabajar y obtener resultados. Una selección que pasa por cuatro sistemas diferentes y, cuando empieza a entender uno, vuelve a empezar de cero, difícilmente va a jugar bien.

Ahora, ¿por qué veremos en los medios titulares que califican a México de "vergüenza" o que exigen la destitución de Aguirre?

La respuesta corta es por el rating y los clics. La respuesta más completa es que los medios tradicionales en México no han comprendido que hoy el aficionado consume el fútbol de forma distinta. Cuando la televisión dominaba, los aficionados consumían lo que se les mostraba porque no había más opciones. Hoy existen múltiples plataformas y creadores de contenido. Según estudios recientes, para 2025, YouTube superará a la televisión tradicional. La gente sigue viendo contenido en sus televisores, pero ya no se trata de la TV convencional. Los medios tradicionales no han sabido adaptarse a esta transición. Para ellos, el rating sigue siendo exclusivamente de la televisión. El mercado que antes era absoluto, ahora es más pequeño, porque los aficionados tienen otras pantallas alternativas y la competencia dentro de ellas es mayor.Por eso, la respuesta fácil de los medios tradicionales es irse al extremo, adoptar posiciones cada vez más sensacionalistas, gritar, insultar y buscar la controversia. Un titular que provoca enojo tiende a ser más efectivo.

¿Están ellos matando a la gallina de los huevos de oro porque los aficionados ya no van a los estadios? Sí y no. A la televisión tradicional le afectan menos los estadios vacíos, porque les da otro tema negativo sobre el cual hablar. Pero es falso que los aficionados hayan perdido interés en la selección mexicana. Menos asistentes en el estadio significa, en teoría, más espectadores frente a la TV. Lo que los medios no entienden es que esos aficionados ya no sintonizan la televisión, sino que van a Twitter, YouTube u otras plataformas a consumir fútbol.

Después del partido contra el Valencia, una simple búsqueda rápida en YouTube muestra que los resúmenes del encuentro acumulan millones de visualizaciones. La gente sigue consumiendo al 'Tri'. Es evidente que hay una gran decepción por los malos resultados, pero más allá de desahogarse en redes sociales, el aficionado continúa siguiendo a la selección mexicana, al menos en las plataformas que se consideran “segundas pantallas”.Antes teníamos que escuchar a X o Y comentarista porque era lo único disponible. Hoy existen 100 opciones diferentes, con creadores narrando en YouTube o en Spaces de Twitter. Si un fan se cansa de la línea editorial de un medio, puede cambiar a otro con un solo clic, incluso en su televisor. La digitalización de contenidos no solo está en las pequeñas pantallas de nuestros teléfonos, sino también en las pantallas gigantes de nuestros hogares.Los medios tradicionales no han comprendido esto. Siguen creyendo que compiten solo contra los teléfonos y, al estar presentes en los televisores, creen que tienen la misma ventaja de siempre. Ven cómo sus ratings caen y no entienden que se debe a que hay más y, posiblemente, mejores contenidos que los aficionados están consumiendo. Un buen ejemplo de esto es la llegada de Faitelson a TUDN. En lugar de buscar una nueva generación de contenidos y ampliar su estrategia en la nueva televisión, lo que hicieron para tratar de mejorar sus números fue contratar a uno de los periodistas más controversiales de México. Esta estrategia, hace 20 años, habría funcionado sin lugar a dudas.Adaptarse o morir. Ese es el reto que enfrentan los medios mexicanos, tanto televisivos como impresos, incluyendo algunos que se autodenominan “medios digitales”, pero que no comprenden al consumidor actual. Aquellos que logren adaptarse sobrevivirán; quienes no, desaparecerán lentamente.

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